viernes, 1 de octubre de 2010

BELASCOAIN Y SAN LAZARO

Aún recuerdo a Belascoaín y San Lázaro,
como la palma de mi mano,
esa mano pequeña y diminuta
que iba como canasta junto a mi madre
a ver siempre a mi abuela Cira,
Allá en su humilde solar,
donde los cables iban tejidos a los maderos y
los tapones de luz colgaban de alguna
telaraña de gas,que se esparcía por todas las calles,
como las corneta de los carros y los gritos de los vecinos,pidiedo siempre algo.
Aún recuerdo a Belascoaín y San Lázaro,ese era su olor, el gas.

Las dos calles,sus casas,
donde las puertas y ventanas se abrían dejando entrar hasta el Maceo que esta en su fondo.
Y aquel malecón como la orilla frenada de concreto,recordando mis secretos.
Es simple este poema como una de sus sopas,
porque es algo familiar,
recuerdo la última vez que estuve en Belascoaín y San Lázaro,
las lágrima de mi abuela
sellaron mis pasos por la Habana para siempre,
cuando le dije.
- Abuela, me voy.


By Michel Blázquez

Tomado del libro "Lo Absurdo Coherente" ©

No hay comentarios:

Publicar un comentario